Afuera: Andando por el camino de tierra de camino a recoger a mi hija, me percaté de las flores amarillas que surgían en la sombra bajo los árboles. El sol radiaba como pocas veces lo hace, y el cielo era aún azul en vez de la usual capa gris que cubre Gales. Siempre me da vida andar bajo el sol; los colores son más brillantes, hay más vida y menos prisa. Supongo que el no tener que ir corriendo tapándote la cara contra el viento y la lluvia ayuda a detenerse a observar todo un poco mejor. Adentro: Hoy es el primer día oficial de mi baja de maternidad. Si todo sale bien, aún me quedan dos semanitas donde estaré conmigo misma. Lo que más me apetece es redescrubirme con la escritura y apreciar los detalles que me rodean. Ejercitar la mirada y ralentizar el tiempo.